Yanelys Núñez Leyva

* 1989

  • “Como mismo te hablo del movimiento Omni Zona Franca que eran hombres y negros, eran hombres negros marginales, pero hombres. Y lo que está de trasfondo, son mujeres, las mujeres de ellos, que todas son profesionales del arte, son productoras, actrices, son narradoras, y los que salen a la palestra pública son otros nombres, los nombres de los hombres. Y al propio seno de estos espacios independientes como puede ser el Museo [de la disidencia] u otros espacios independientes, pues se vive el machismo como mismo se puede vivir en las instituciones del estado o como mismo se puede vivir en los barrios populares. Pero el machismo en su sentido más profundo. Porque uno cree, o por lo menos yo creía, que estos espacios del mundo del arte son más abiertos, más informados, que supuestamente deben tener una apertura distinta en la cabeza… pues no, al final las mujeres siguen estando relegadas en el mundo del arte. En el mundo de las artes visuales tú cuentas con los dedos las mujeres artistas, la mayoría son hombres los reconocidos, y claro es difícil y más si le sumas lo otro, lo que comentaba de la escuela, que todas las que estaban eran chicas blancas, clase media alta, hijas de funcionarios y no sé qué, imagínate yo, hija de padres obreros, negra, clase humilde, en fin… sientes la diferencia de cómo te mira el mundo del arte y tienes que imponerte.”

  • “El Movimiento San Isidro surge por la campaña en contra del Decreto 349. Somos el mismo grupo fundador de la 00 Bienal, de organizadores y otros artistas que participaron en la 00 Bienal, que se sumaron a la campaña contra el Decreto y se llama San Isidro porque nosotros el 11 de agosto teníamos pensado un concierto con raperos, etc., que se llamaba ‘Sin permiso del 349’, e iba a estar Gorki Águila, iba a haber otros raperos, spoken word, de todo. A mí a Luis nos detienen al medio día, el evento era a las 5, y a las 5 de la tarde todo San Isidro estaba lleno de policías y allí no se podía entrar. A nosotros nos detuvieron a las 12 de día, pero a las 5, cuando empezaba el evento, Amaury y el resto de los que estaban allí, que también eran organizadores, a toda esa gente les intentaron meter presos igual, con las patrullas y no sé qué. Y el barrio de San Isidro, la gente de ahí, salió a defenderlos. Comenzaron a darle patadas a las patrullas, comenzaron a gritar ‘oye, son artistas, no están haciendo nada, por qué se los llevan, etc.’. Y el barrio de San Isidro, tiene una tradición: primero, es super marginal, y luego, tiene construido el mito de Yarini, que era un chulo super emblemático en la República, que era muy buen mozo pero también era bueno, con las mujeres y las prostitutas, con los pobres… y entonces, es un barrio que tiene ese mito, pero también es un barrio muy solidario entre ellos porque hay mucha precariedad, y también hay mucha prostitución, mucha violencia, y con ese tipo de cosas, con los artistas, al final los miran desde otro nivel, dicen ‘esta gente no está haciendo nada, esta gente no vende droga, no están en ningún conflicto de violencia con ningún vecino, esta gente lo único que quiere hacer es un concierto’. Entonces el barrio se sensibilizó y salió a defender.”

  • “En el 2016 creamos el Museo de la Disidencia en Cuba. Durante todo este tiempo nos empezamos a acercar a los disidentes, empezamos a conocer a opositores, empezamos a conocer a todas las leyendas de la oposición en el mundo del arte, pero también dentro del activismo: Damas de Blanco, UNPACU, etc., pero de manera discreta. No íbamos a sus espacios. Nos encontrábamos en un espacio independiente, como puede ser el de Lía, y ahí frecuentaba todo tipo de gente: artistas visuales, pero también activistas, en fin… Fue, digamos, una evolución natural, y llegamos al Museo de la Disidencia cuando nos dimos cuenta de que, en algún momento, trabajando con estos temas y relacionándonos con esta gente, nos podían considerar disidentes a nosotros mismos, y que eso sería un estigma social. Y, un poco cuando vamos a la raíz del asunto, nos damos cuenta de que, si miramos el diccionario, la palabra disidente significa ‘tener una opinión contraria al otro’. Y a partir de ahí lanzamos una plataforma, lo que hacemos es un archivo online haciendo un recorrido por toda la historia del arte cubano, donde incluimos ahí a todos los opositores, no solo los contemporáneos sino a todos los que están reconocidos dentro de la historia oficial, incluyendo a Martí y a Fidel. Y decimos que Fidel en su etapa juvenil fue disidente, y que estuvo bien serlo, y que tanto como Fidel lo fue, a los contemporáneos habría que reconocerlos y darles su espacio de disidencia.”

  • “Es un poco el desbalance que tú ves. Cuando yo llegué a la Universidad, primero: todas las que estábamos ahí, que la mayoría son mujeres en Historia del Arte, venían de la Vocacional, es decir, que ya venían con una preparación superior a la mía, y segundo, la mayoría eran blancas, de clase media alta, es decir, hijas de militares, hijas de dirigentes, que Vivian en Playa, Miramar, en fin… Entonces sí que había sus desniveles en todos los sentidos. Yo no tenía ni computadora, y todos los planes de estudio se daban digitales, porque no hay libros actualizados, en fin… Y es difícil acostumbrarse al ritmo de la escuela en esas condiciones, cuando tú ves que tienes que esforzarte como el triple para poder sacar las cosas. Y hay amigos cercanos que se quedaron en el camino. Cuando no tienes una computadora, y tienes que ir a casa de no sé quién para poder estudiar y ves cómo los profesores también te quieren sacar del medio para que no estorbes, y no te dan posibilidades, pues hay amigos míos que se quedaron en el camino.”

  • Celé nahrávky
  • 1

    Madrid, 01.10.2020

    (audio)
    délka: 01:25:36
    nahrávka pořízena v rámci projektu Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation
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El artista Amaury Pacheco siempre decía que nuestra victoria es que no logren convertirnos en personas tristes; yo trato de que no me quiten la alegría

Núñez Leyva Yanelys
Núñez Leyva Yanelys
zdroj: Post Bellum

Yanelys Núñez Leyva nació en La Habana, en el seno de una familia obrera. Siguió todos los cauces educativos del sistema: escuela, secundaria en el campo, y Universidad, donde cursó Historia del Arte. Cuando se graduó, comenzó a trabajar en la revista oficial Revolución y Cultura. Aunque ya había tenido contacto con la escena independiente de la blogosfera cubana, fue a raíz del encuentro con el artista independiente Luis Manuel Otero cuando empezó a participar activamente en proyectos artísticos independientes. Fundó con Luis Manuel el Museo de la disidencia en Cuba -lo que le costó la expulsión de la revista Revolución y Cultura- y, posteriormente, la primera bienal independiente de La Habana, la 00 Bienal. Asimismo, participó activamente en la campaña contra el Decreto 349, que restringía la libertad artística en Cuba, y en diciembre de 2018 en la creación del Movimiento San Isidro (MSI), destinado a seguir protegiendo la libertad de creación en Cuba. En 2019, agotada tras dos años de continuo activismo y fuerte represión por parte de la Seguridad del Estado, decidió no volver de un viaje que realizó a Europa. Actualmente reside en Madrid y continúa siendo un miembro activo del Movimiento San Isidro (MSI).