“La voz de Porno para Ricardo no se apaga, o tratamos de que no se apague. Creo que el régimen a veces está muy molesto con eso. Yo no sé si es que hemos tenido suerte nosotros, o sea porno para Ricardo en este caso, pero hemos ido dando bandazos para acá, para allá, para allá, pero hemos seguido para adelante. Porno para Ricardo va a cumplir 30 años. Ellos no lo perdonan. La Seguridad del Estado no lo perdona, haber dejado vivo eso por tanto tiempo. Eso (PPR) lleva vivo demasiado tiempo y se ha vuelto una especie de referente. Porno para Ricardo transgredió de cierta manera la geografía, o sea, no solamente en Cuba. Ya es un momento en que empezamos a ver que había que alzar la voz, pero para para que nos oyeran un poco más lejos. Y bueno, eso fue la visión que tuvo Gorki Águila siempre, siempre. Yo recuerdo mucho en Cuba, era muy complicado en el año 1998 o 1999 hablar de Internet, nadie hablaba de eso. Eso era una cosa ahí, una nave espacial. Y yo me acuerdo que, siempre desde el principio, y no sé de dónde lo sacó, porque yo sí no lo entendía, te lo juro... Él siempre habló de Internet en aquel momento, él decía: solamente vamos a existir a través de Internet. Internet es la cosa, o sea, aquel tiempo en una palabra casi desconocida a finales de los 90s. En los 1990s Internet no existía, existía en muy pocos lugares y ya él estaba viendo aquello. Entonces por ahí fuimos y parece que funcionó. Sí, ha funcionado. Ahora somos una especie de, referente, a través de todo un trabajo que se ha hecho. Hay una obra. Una obra que habla sola. Ahí está. Eso es lo mejor que tiene. La obra está ahí.”
“¿Citaciones? Bastantes. Yo todas las citaciones me las pasé, nunca fui. No tenía ningún deseo de ir ahí a nada porque ya no sé cómo son. Solamente es pura intimidación, puro te estamos observando, que te estamos mirando, sabemos lo que estás haciendo, sabemos que andas con fulano, sabemos que andas con mengano y quiero decirte por tu bien que no andes más con fulano que no andes más con... O sea, ese discurso me lo sé de memoria porque no tengo que metérmelo, se lo ha metido todo el mundo y todo el mundo lo comenta, Oye, qué te dijeron, fue esto, lo mismo de siempre. Para tratar de echarte miedo, o sea de acojonarte ¿ves? Y yo nunca fui. Hubo una vez, muy simpática. A raíz de esto va un policía a mi casa, pero era muy cómico porque el tipo me toca la puerta. Imagínate tú con la fobia que yo tengo con los policías, veo un tipo uniformado, un policía en la puerta de mi casa y abro yo la puerta, en este caso no abre ni mi madre ni nada, abrí yo y yo hago así, abro la puerta, el tipo está parado y con un papel. Y el tipo hace un gesto como que va a entrar, y le hago así, mira. No, no, no, no, no, ahí. En la puerta. Para acá tú no entres. (Y él dice) pero quería decirte… (Y yo le digo) sí sí, tú me dices lo que tú quieras, pero aquí en la puerta, y el tipo me entrega otra citación, un papel. Lo tenía encima del refri, y ahí estuvo hasta que lo tiré. Y mi madre, sabes cómo son las madres – me dice: oye, ¿tú no vas a ir allá a eso? Y digo, no voy a ir a ningún lado y no me lo preguntes más, olvídate, que eso está ahí. Hasta algún día cogí lo boté y ya yo, luego esos papeles, los boté.”
“Yo me junté cuando tenía 14 o 15 años, me junté con unos amigos, de ahí conocí a Gorki Águila, a Ciro Díaz. En ese momento estaban formando una banda, estamos hablando del año 98. Yo no activamente tocando en esa banda, pero yo estaba ahí. Siempre estuvimos juntos y al final el destino me llevó a tocar en esa banda, años más tarde. Y fue importante conocer a esas personas, porque estas personas cuando las conocí, tenían como una especie de visión que coincidía con la mía. Ellos no estaban de acuerdo con las mismas cosas, que no estaba de acuerdo yo. Eran, eran un poco más mayores que yo, pero tenían una manera… Es que hasta este punto uno no tenía ni la cultura ni el conocimiento de que eso se podía - transgredir a la parte esta de protestar por eso. O sea, lo que uno tiene en la cabeza es que si no te gusta, te quedas callado y ya, como hace todo el mundo. Y me encontré con estas personas que dijeron no, no, no, callado no, ¿entiende? Podemos protestar, es nuestro derecho. Y yo no lo entendía. Y ellos me hicieron ver que sí, que se podía protestar. Y después fuimos haciendo de esa manera una especie de bandera. O sea, de protestar. Sí, lo que hay que hacer aquí es protestar por esto, por esto, por esto, por todo lo que no nos guste, podemos protestar.”
“Por la libertad de expresión, por ejemplo, que se dice muy fácil, una palabrita muy bonita, pero te puede costar carísimo, muy caro, que puede costar decir lo que tú piensas en Cuba. O sea, ellos tienen una postura como que: a ver, lo que tú pienses, a mí no me interesa siempre y cuando tú vayas a lo que yo digo, nos vamos a entender perfectamente. Pero está este dicho famoso este que dice: haz lo que yo digo, pero no es lo que yo hago. Y entonces tú empiezas a entender que están haciendo (los partidarios del régimen) cosas que no son las correctas. Por ejemplo, todo el mundo tiene casa no sé dónde, todo el mundo se va de vacaciones, y a pescar… Y uno ahí pensando qué se va a comer por la noche, ¿me entiendes? Complicado. Y cuando empiezas a ver ese ese nivel de cinismo, porque no tengo otra palabra, quisiera buscar más palabras, de cinismo, desvergüenza, abuso, es un atropello, pero de la manera más cínica y más fría. O sea: yo sé lo que te estoy haciendo. Bueno, por favor, no digas nada, vamos a seguir así y eso sí, estamos bien. Mira, la gente nadie dice nada, pues qué es lo que tú tienes que decir, aquí quédate calladito chico. Y lo más lindo es que hay gente que tiene 60 años ahora se ha metido su vida en eso, ahora está en una encrucijada: ya se me acabó la vida, se acabó la juventud, nunca hice nada por culpa de esta puta idea de dictadura y entonces ¿ahora qué hago si tengo 60 años?”
Yimel García Góngora nació en San Antonio de los Baños, Cuba, el 22 de noviembre de 1982. Es músico cubano y miembro de la banda contestataria Porno para Ricardo. Creció en un hogar matriarcal y, en la adolescencia, alrededor de 1998, se vinculó con Gorki Águila y el núcleo que dio forma al grupo. Ingresó oficialmente a la banda en noviembre de 2017. Salió de Cuba por primera vez en 2018 para viajar con la banda a Argentina, donde grabaron en tiempo récord el disco *20 aniversario*. Posteriormente estuvo una semana en Colombia. En junio de 2025 viajó a Praga, invitado al festival Metronome y para participar en el rodaje del documental *Música o muerte*, centrado en la historia del grupo. Su trayectoria está marcada por choques con el régimen. Ha sido vigilado y citado por la Seguridad del Estado; relata seguimientos, intentos de intimidación en su domicilio y presiones contra su madre. Participó en espacios cívicos como los encuentros en la casa de Antonio Rodiles —a los que algunos asistentes llegaron por mar ante el cerco policial— y asistió a actividades del Movimiento San Isidro, incluida la “Bienal 00” (2020) y vivió en la calle las protestas del 11 de julio de 2021, experimentando las detenciones de amigos como Luis Manuel Otero Alcántara y otros jóvenes. Fiel a un “perfil bajo”, sostiene que su arma es la música: denunciar, no callar y mantener viva la voz de Porno para Ricardo, pese a la censura. En 2025, durante la gira por la República Checa, su madre en Cuba recibió amenazas por parte del régimen cubano, recomendándole que su hijo no volviera a la isla. En el momento de la entrevista, Yimel estaba pasando por el proceso de asilo político en la República Checa.
Hrdinové 20. století odcházejí. Nesmíme zapomenout. Dokumentujeme a vyprávíme jejich příběhy. Záleží vám na odkazu minulých generací, na občanských postojích, demokracii a vzdělávání? Pomozte nám!