Ileana Puig

* 1937

  • “Yo iba a la migración tratando de averiguar sobre mi salida, y veía a personas mayores y cómo esta gente, vamos a decir supuestamente responsables, les decían: ‘¡Vieja, viejo, tus hijos no te quieren, mira cómo te han abandonado, para qué tú me lloras, no llores’! Pero con una falta de humanidad, y cuando tú ves…yo no puedo querer esto para mi país…y esa gente joven, que ellos no sepan que esta falta de humanidad tiene consecuencias. Hay que tener, en eso que aprendan, que la libertad tiene su precio y que hay veces que hay que poner el muerto. Pero para conseguir mi derecho a expresarme libremente, mi derecho a tener mi propia mentalidad, mi derecho a escoger para mí, para mi familia o darles la opción a ellos de qué quieran, ¡hay que poner un pie adelante y luchar por eso! La vida no es un regalo, la vida hay que luchar”.

  • “Siempre tuve, como todo al principio, porque como mamá…y esto es una cosa, al principio, aunque ellas [sus dos hijas], vuelvo a repetirte, iban a todas las visitas conmigo. Cuando yo conseguía algo de comida, era para el padre y la visita. Es más, en una carencia, por una cosa que me acabo de acordar, que no había huevos en Cuba, y cuando yo conseguía, me decían: ‘¿Podemos comer un huevo en la visita’? Era como algo cuando nos dejaban entrar comida. Pero al mismo tiempo la ilusión de ver a su padre. En una ocasión ambas tenían, creo que era china o sarampión y no podían ir - los llantos en la casa, de cómo no podían ir a ver a su papa, y como me iba yo sola a ver a su papa. Era algo que nunca olvidaré”.

  • “Fueron unos días tétricos. Fuimos al juicio [en abril 1959, de su cuñado Manuel Puig alias Ñongo] mi madre, mi padre, yo, una hermana de mi esposo y de Ñongo, empezó creo que a las 8, a las 9 de la mañana, se terminó a las 12 de la noche, fue un circo romano. El tribunal tenía los pies en la mesa, se tiraban piedrecitas, bolitas, se reían, estábamos rodeados por milicianos de armas largas, porque como todavía, aunque eran los últimos días de lo que era la invasión de playa Girón, el ambiente era caldeado de una manera donde el odio que se sentía hacia todo lo que no fuera a favor de la Revolución [La Revolución Cubana es el principal resultado del movimiento revolucionario cubano de izquierda que provocó la caída del régimen del dictador Fulgencio Batista] y Fidel Castro era palpable”.

  • “En el año 1959 nos mudamos ya para La Habana de regreso, mi esposo fue trasladado por la compañía en que trabajaba. Y ya estaba la rebelión en contra del régimen de Fidel Castro, a pesar de que él no se había declarado socialista ni comunista, pero ya empezaban los fusilamientos a mansalva, ya empezaba la falta de libertad de expresión, entonces tanto mi esposo, como su hermano, se metieron 100% en la lucha contra el régimen. Tanto mi hermana como yo compartimos esa lucha, no solo porque queríamos a nuestros maridos, sino porque compartíamos ese afán de libertad. Este afán, vamos a decir no tanto, sino porque todavía no había resquebrajado todo lo que era la estructura, pero sí veíamos cómo le quitaban la vida a un ser humano sin el proceso debido de ley; vimos como dentro de eso, lo que era hoy verde, mañana era rojo; vimos como a los que eran y habían sido pilotos de batistas, y habían sido exonerados de la ley, de repente, el dictador Fidel Castro dijo que eso no era correcto y decidió que todos tenían que ser vueltos a ser juzgados y condenados”.

  • Celé nahrávky
  • 1

    Miami, USA, 08.06.2021

    (audio)
    délka: 01:09:26
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Tanto mi hermana como yo, compartíamos la lucha de mi esposo y su hermano contra el régimen. No solo porque queríamos a nuestros maridos, sino porque compartíamos ese afán de libertad.

Ileana Puig, 2021
Ileana Puig, 2021
zdroj: Post Bellum

Ileana Puig, con apellido de soltera Arango Cortina, nació el 12 de noviembre 1937 en La Habana, República de Cuba dentro de una familia políticamente activa. En 1956 se casó con Ramón Puig, activo en la lucha contra las prácticas del dictador Fulgencio Batista. Cuando una de las consecuencias de la Revolución Cubana de 1959 fueron los fusilamientos y juicios arbitrarios bajo el mando de Fidel Castro, la familia entera se integró a la oposición. Bajo diferentes circunstancias, hermano, esposo y cuñado de Ileana terminaron en la cárcel La Cabaña y, lamentablemente su cuñado, Manuel Puig, fue sentenciado y ejecutado en abril de 1961, precisamente cuando culminaba la intervención americana en la playa Girón. Su hermana emigró con sus cuatro hijos a Miami, Estados Unidos de América, donde se reunieron con ellos posteriormente los padres e hijas pequeñas de Ileana, mientras tanto lleana permaneció en Cuba por su esposo - preso político. Nunca vio nuevamente a sus padres y logró reunirse hasta 1973 con sus dos hijas, después de siete años. Afortunadamente el esposo de Ileana, Ramón Puig, salió en libertad después de 15 años en prisión y emigró a Miami para alcanzar a su familia. Hoy día residen en Miami. No lamentan ninguna de sus decisiones y difunden su historia familiar llena de dolor y tristeza, para que las futuras generaciones aprendan el valor de la libertad y para que sean conscientes que todo tiene consecuencia.