Následující text není historickou studií. Jedná se o převyprávění pamětníkových životních osudů na základě jeho vzpomínek zaznamenaných v rozhovoru. Vyprávění zpracovali externí spolupracovníci Paměti národa. V některých případech jsou při zpracování medailonu využity materiály zpřístupněné Archivem bezpečnostních složek (ABS), Státními okresními archivy (SOA), Národním archivem (NA), či jinými institucemi. Užíváme je pouze jako doplněk pamětníkova svědectví. Citované strany svazků jsou uloženy v sekci Dodatečné materiály.

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Tomás Ramos Rodríguez (* 1943)

Al comunismo en Cuba hay que tumbarlo!

  • nació en octubre 1943 en Villa Clara, República de Cuba

  • en su juventud Tomás fue miembro del “Movimiento 26 de Julio” de Fidel Castro

  • ya para 1959 se unió al “Movimiento de Recuperación Revolucionaria” y abasteció a los alzados contrarrevolucionarios en la Sierra de Escambray

  • en 1962 lo sancionaron a nueve años de prisión militar por cooperar con los guerrilleros

  • en 1980 emigró por el puerto Mariel a los Estados Unidos de América [EUA]

  • en el mismo año 1980 regresó a Cuba de infiltrado por “Central Intelligence Agency” [CIA], sin embargo, en Cuba lo condenaron a tres años de prisión con base en la ilegalidad de su entrada al país

  • en 1989 emigró nuevamente a los EUA, un año después regresó a Cuba con la finalidad de realizar un atentado a los hermanos Castro, organizado éste, por el “Partido Unido Nacional Democrático” [PUND]

  • su intento fracasó y en el año 1990 lo sancionaron a 20 años de prisión

  • al salir de la cárcel en 2008 se unió a la lucha pacífica contra el régimen

  • reside con su esposa en La Habana, no tiene hijos

  • su esposa Marina tiene Alzheimer, mientras que Tomás padece de Parkinson

Tomás Ramos Rodríguez, preso político que pasó 30 años en las cárceles cubanas, resume sus pensamientos como el oponente del régimen en Cuba: “El comunismo más tarde o temprano se va a caer, hay que empujarlo para que se caiga. ¡Al comunismo en Cuba hay que tumbarlo”!

Los alzados de Escambray

Tomás Ramos Rodríguez nació el 10 de octubre 1943 en Villa Clara en la República de Cuba en el seno de una familia de ideales revolucionarios que apoyaban al “Movimiento 26 de Julio”[1] de Fidel Castro. Cuando Tomás tenía 15 años, en 1958, se mudó con sus padres a La Habana, donde celebraron en 1959 el triunfo de la Revolución Cubana. Tomás finalizó sus estudios gracias a una beca otorgada por dicho movimiento en una escuela militar, cuyo objetivo era enviar jóvenes a sembrar e implantar el comunismo en América Latina, lo cual durante aquella época ocurría especialmente en Panamá. Su padre era dueño de una zapatería en La Habana, para este entonces ya no sentía el mismo afecto por la Revolución y pronto se alejó del movimiento revolucionario con base en la diferencia de convicciones. Durante el mismo año, en 1959, Tomás se desligó de la ideología comunista y se unió al “Movimiento de Recuperación Revolucionaria” [MRR][2], cuyo objetivo fue combatir tanto al comunismo como al totalitarismo en Cuba. Tomás creó amistades consistentes durante su estadía en esa organización al cooperar con los alzados de la Sierra de Escambray [zona montañosa donde se escondía el lanzamiento contra el régimen castrista], éstos pelearon contra las formas e ideología de Fidel Castro. Tomás suministró a la reyerta armada en las montañas, sirvió también como mensajero de los alzados. En 1962, lo atraparon y consta en la causa número 9/1962, la sanción privativa de la libertad de nueve años en la cárcel “La Cabaña”, tras la desactivación de la antigua cárcel “Presidio Modelo” en la “Isla de Pinos”, hoy día llamada la “Isla de la Juventud”, donde cabían 5,000 prisioneros.

Estos comunistas ya no van a jugar más conmigo

Durante su estadía en la cárcel Tomás hizo fuertes lazos de amistad con otros presos políticos, uno de ellos era Pedro Luis Boitel[3], poeta y disidente cubano, quien se opuso a los gobiernos de Fulgencio Batista [presidente electo de 1940 a 1944 y dictador de facto desde 1952 hasta 1959] y de Fidel Castro [mandatario como primer ministro de 1959 a 1976 y presidente de 1976 a 2008]. Tomás y Pedro convivieron en la misma celda de la cárcel “La Cabaña” en La Habana. Tomás recuerda a Pedro con un respeto profundo: “Era gran estratego, visionario, pero era sobre todo muy valiente”. Pedro Luis Boitel fue para Tomás un gran maestro de las huelgas de hambre, le enseñó como reclamar lo que le pertenece a uno y el carácter de la protesta contra los comunistas. Tomás participó en huelgas de hambre durante su encierro en las celdas de castigo – la primera ocasión duró nueve días, la segunda 15. “Cuando le fui a visitar en el año 1972 [en este año ya había salido Tomás de la cárcel] al hospital militar durante su última huelga de hambre, me dijo: ´Me voy, tengo valor de hacerlo, voy a muerte seguro. Pero estos comunistas ya no van a jugar más conmigo´. Murió en mayo 1972 en la huelga de hambre de 53 días. Fidel Castro lo dejó morir,” así rememora y se conduele Tomás por esta última plática con su amigo. Al cadáver de Pedro Luis Boitel lo tiraron a una tumba, sin nombre, en el Cementerio de Colón en La Habana.

Fusilamientos todas las noches

La muerte era parte de la vida en las cárceles, comenta Tomás: “Oíamos a los hombres que iban a morir en el paredón gritando: ‚Viva Cristo Rey‘ y ‚Abajo el Comunismo‘. Morían como hombres gritando sin miedo ninguno”. Las condiciones en la prisión eran inhumanas: no había suficiente comida, no había atención médica, existían torturas, fusilamientos y amenazas constantes de explosión en la cárcel en la Isla de Pinos, ya que el edificio central de la cárcel estaba dinamitado. Tomás añade, que todos los días tenían que escuchar los discursos de Fidel Castro. Después de nueve años, en 1970, Tomás salió de la cárcel y mantenía contacto con los presos políticos “en la calle”, con los grupos de ofensiva al comunismo y otras asociaciones contrarrevolucionarias. En el año 1980 emigró a los EUA durante el éxodo de Mariel[4] vía puerto del mismo nombre, durante este episodio miles de cubanos huyeron del país. Tomás entró a Florida por Cayo Hueso [hoy día se usa el nombre Key West], dónde le halló Ricardo Rodríguez Lara, agente de la “Central Intelligence Agency” [CIA]. Los agentes realizaban constante investigación acerca de posibles infiltrados. Le ofrecieron cooperar y lo trasladaron a la dirección de la CIA, dónde lo nombraron agente de los servicios secretos de los EUA. En ese mismo año, en 1980, regresó en una lancha rápida a Cuba como infiltrado, con la finalidad de intentar derribar al régimen comunista con un ataque armado. En Varadero, provincia de Matanzas (una cuidad a 100 kilómetros de La Habana) detuvieron a Tomás acusándole de la ilegalidad de su entrada al país. “No pudieron comprobar nada más. Tuve arma, pero la tiré al mar”, comenta su segundo encarcelamiento. Lo enviaron al “Combinado del Este” [cárcel con máxima seguridad] en Guantánamo, en el otro extremo del país. De la prisión salió en 1983.

Atentado a los hermanos Castro

Gracias al apoyo de la Unión Soviética en los años ochenta, el socialismo cubano se percibía a sí mismo poderoso. Según Tomás, decayó un tanto la rebutes de los grupos contrarrevolucionarios. “Tuve contacto con los otros presos políticos, conversamos, discutíamos, compartíamos información, nunca dejamos de ser la oposición”, así comenta la caída de la actividad de la disidencia. En el año 1989 Tomás decidió abandonar el país y emigró como preso político a través de la Embajada de los EUA.  En Miami se unió a una organización terrorista, al “Partido Unido Nacional Democrático”[5], establecido en Florida en octubre 1989. Esta agrupación envió a Tomás junto con otro compañero en una lancha a Cuba, con el objetivo de realizar el atentado a los hermanos Castro. Sin embargo, el cómplice mostró comportamiento extraño, dando pie a la suspicacia de Tomás y entrando a Cuba se separó de él. Dos días después lo detuvo la policía política en su casa en La Habana y lo acusaron del delito de rebelión contra la Seguridad del Estado. Tomás escapó de la pena de muerte solo gracias a la intervención de un agente de la KGB [Comité para la Seguridad del Estado], quien lo interrogó rápida y tramposamente, al final decidió enviarle a prisión por 20 años. Tomás pasó por varias cárceles en toda Cuba, incluso fue prisionero de “Villa Marista”, “El Combinado del Este” en Guantánamo, “Guanajay” o prisión en La Habana llamada por los presos “1580”. En total, vivió 30 años tras las rejas. “Por lo general siempre estuve castigado”, comenta en sus memorias acerca de las cárceles cubanas y continua “denuncié mucho al ´Radio Martí´ [radio independiente], a los medios de prensa internacional, todo está guardado en mi archivo. Lo hice a través del grupo de activistas en la calle en Cuba, por eso me movían entre las prisiones, para castigarme”. Obtuvo su libertad en 2008 después de 18 años preso, cuando tenía 64 años.

Que venga algo nuevo

Al salir de la cárcel en 2008, solicitó al Gobierno de los EUA asilo político, mismo que le fue negado por pesar en su contra una acusación de terrorismo. Tomás se unió al grupo de oponentes pacíficos del “Partido Socialdemócrata de Cuba”, los cuales le enseñaron como cambiar la lucha violenta por la lucha pacífica. “Mi amigo Vladimiro Roca[6] [economista y político socialdemócrata cubano, opositor al régimen de los Castro] me mostró, que sí dan resultados las luchas pacíficas, simpatizo con los derechos humanos, considero que los derechos humanos hacen tremendo daño al régimen”, así refiere Tomás la modificación de formas y maneras dentro de sus actividades opositoras al régimen. Hoy día vive con su esposa Marina en La Habana y trabaja como mecánico automotriz, cobrando dos dólares al día. Está gravemente enfermo de los intestinos y padece la enfermedad de Parkinson, mientras que su esposa está batallando con Alzheimer. Pero sin duda alguna continúa en su lucha contra el régimen comunista en Cuba y cada día espera ver el final bueno para su pueblo: “Quiero celebrar la libertad y descansar en la tranquilidad, sabiendo que ya no hay comunismo. Que se acabe todo esto ya, los Castros, que venga algo nuevo. Al comunismo en Cuba hay que tumbarlo”, cierra Tomás.

 

 

[1] Movimiento 26 de Julio fue una organización política y militar cubana creada en 1955 por un grupo de revolucionarios dirigidos por Fidel Castro. Más información aquí: https://www.ecured.cu/Movimiento_26_de_Julio

[2] Movimiento Recuperación Revolucionario se estableció en el año 1959 en Cuba. Más información aquí: http://cuban-exile.com/doc_351-375/doc0372.html

[3] Pedro Luis Boitel (1931 – 1972) era preso político, quien murió después de 12 años en la cárcel en la huelga de hambre. Más información en inglés: https://providencemag.com/2016/11/two-cuban-deaths-fidel-castro-pedro-luis-boitel/

[4] Cuba abre el puerto de Mariel cerca de la Habana y cientos miles de los cubanos aprovechan para salir de Cuba, se llama éxodo de Mariel. Más información aquí: https://www.unabrevehistoria.com/2007/11/exodo-desde-mariel.html

[5] Más información sobre el Partido Unido Nacional Democrático aquí: http://www.cadenagramonte.cu/articulos/ver/33864:rene-gonzalez-creo-en-el-valor-de-la-dignidad

[6] La entrevista con el disidente Vladimiro Roca puede encontrar en el archivo de “Memory of Nations”: https://www.pametnaroda.cz/es/roca-antunez-vladimiro-20180708-0

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