Následující text není historickou studií. Jedná se o převyprávění pamětníkových životních osudů na základě jeho vzpomínek zaznamenaných v rozhovoru. Vyprávění zpracovali externí spolupracovníci Paměti národa. V některých případech jsou při zpracování medailonu využity materiály zpřístupněné Archivem bezpečnostních složek (ABS), Státními okresními archivy (SOA), Národním archivem (NA), či jinými institucemi. Užíváme je pouze jako doplněk pamětníkova svědectví. Citované strany svazků jsou uloženy v sekci Dodatečné materiály.

Pokud máte k textu připomínky nebo jej chcete doplnit, kontaktujte prosím šéfredaktora Paměti národa. (michal.smid@ustrcr.cz)

William Retureta Rodríguez (* 1993)

• nació el 4 de julio de 1993, La Habana

• padres de origen español; entorno familiar crítico con el castrismo

• en la secundaria (años 2000) rechazó la “batalla de ideas”; vetado de esas carreras

• estudió música por su cuenta en La Habana

• vinculación temprana con disidentes; detenido una vez a los 17 años (2010)

• ingresó a Porno para Ricardo con 18 años (2009–2010)

• tocó en el festival Ovnis a la Franja (diciembre de 2012); aumentó la presión policial

• dejó la banda en 2013 y se quedó en la República Checa por seguridad

• consecuencias familiares: a su madre le restringieron trabajo; su padre emigró a Las Vegas (2021)

• en 2025 volvió a tocar en Praga con la banda tras más de una década

• reside en la República Checa; mantiene postura crítica frente al régimen cubano

------ ČESKÝ PŘÍBĚH JE UVEDEN PO ŠPANĚLSKÉM ORIGINÁLE ----

 

“Formar parte de porno para Ricardo fue brutal.” La frase la dice sin adornos William Retureta Rodríguez (La Habana, 4 de julio de 1993), músico y exintegrante de la banda más incómoda del underground cubano reciente. Su historia atraviesa familia, escuela, disidencia, escenarios clausurados y exilio. Y está hecha —como tantas historias cubanas— de pequeñas negativas que, encadenadas, terminan siendo una afirmación tajante.

Hijo de padres de origen español, creció en un hogar no afín a las ideas revolucionarias de Fidel Castro: “Mis padres nunca creyeron en la revolución”, recuerda. El abuelo materno fue oficial del MININT y “combatiente internacionalista” en Vietnam y Angola, donde enfermó y murió, como afirma William. Su madre destila una síntesis que William repite: “la revolución me quitó todo, le quitó toda mi familia y me quitó a mi padre”.

Desde niño, William oyó en casa el plan de irse de Cuba. Su padre le repetía que comenzaría la High School en Miami; su madre insistía con el inglés. “Nací en ese mundo, sabes, de ‘esto no funciona’… familias [que] nunca [se] enfrentan de puertas para afuera”. Ese contraste —escepticismo íntimo y conformismo público— le inocula una alergia temprana al ritual político.

La escuela como filtro: taché un cuadro del Che

En la secundaria (años 2000), William se plantó contra los dispositivos de control. Evocando una anécdota, cuenta: “taché un cuadro del Che”. Más estructural que un gesto fue su negativa sistemática a los mandatos de la “batalla de ideas”: operativos estudiantiles “puerta por puerta” contra el mosquito, trabajos voluntarios y marchas por “el regreso de los 5 espías”. “Nunca fui”, remata. El costo llegó al terminar la secundaria: le vetaron carreras bajo ese paraguas (informática, profesor emergente, medicina, preuniversitario). “Lo que quedó para mí fue secretaría, contabilidad… talleres de oficio.” Eligió otra ruta: estudiar música por su cuenta en La Habana.

En paralelo, el “expediente de vida” —ese archivo escolar que te acompaña “hasta la Universidad”— lo marcó como “no integrado”. Su sociabilidad ya orbitaba el disenso: “ya me estaba relacionando con algunos disidentes del barrio”.

El aterrizaje en la disidencia cultural

A los 11 años, por una profesora vinculada al entorno del primer baterista de la banda, descubre a Porno para Ricardo. Su padre los conocía, pero evitaba enseñárselos “porque ya bastante tenemos contigo”, recuerda William las palabras de su papá. William empezó como fan; a los 14 conoció a Ciro Díaz; luego a Gorki Águila, cuando regresó temporalmente de México. Entró a la banda con 18 años: “Gorki quiso esperar que yo tuviera 18 años”. No clava la fecha exacta —“no sé si empecé en el 2009 o en el 2010”—, pero sí la secuencia: se fue el bajista, él asumió el bajo.

Para entonces ya tenía un primer roce con la maquinaria represiva: una detención a los 17 y múltiples contactos con la policía política en tiempos en que el régimen intentaba lucir tolerante ante la prensa internacional. Participó en una marcha llamada “No violencia” y, cuando la Seguridad citó a su padre en el Hotel Habana Libre para proponerle que “trabajara para ellos”, ríe William de lo surreal que le sigue resultando hasta hoy en día, situación que se hizo pública a través del blog de Claudia Cadelo y a través de Yoani Sánchez. “A partir de ahí me empecé a hacer un poco conocido,” resalta William.

“Primero activista, después músico”

William siempre define a Porno para Ricardo en clave política antes que sonora. “En Porno para Ricardo, primero tienes que ser activista político y después tienes que ser músico.” La banda, dice, es “prácticamente una organización política”, con alianzas con blogueros y espacios cívicos (“Estado de SAT”, Antonio Rodiles, etc.). No es hipérbole: tocar con ellos era “ganarse un boleto al infierno sin retorno”. En su resumen más crudo: “juntarse con Porno para Ricardo, era juntarse con el demonio”.

Ese costo se vio con claridad en diciembre de 2012, cuando el grupo cultural independiente de Omni Zona Franca se atrevió a invitarlos: “Fue un problema muy grande para ellos”. Hubo decomisos de equipos y muchísima represión. La banda se convirtió en sinónimo de contagio: “quien se vinculara, se jodía”, afirma William.

El repertorio de la represión: del “deja salir” al exilio inducido

William sitúa su etapa de oposición en un tramo donde el régimen evitó encarcelar de forma masiva. En lugar de prisión larga y abierta, predominó la presión personal y familiar, el desgaste y la expulsión soft. A él lo presionaron vía sus padres: “amenazarla [a mi madre] y mandar citaciones de procesos judiciales”. En el entorno, intentos fallidos de escarmiento mediático a Gorki y casos como Danilo “El Sexto”.

El giro económico de los 2000–2010 —aperturas parciales— creó una ilusión de normalización: “Permiten que te abran un negocio, pero esto es un arma de doble filo”. Con el tiempo, dice, se verificó la crisis de necesidad alimentaria. A su juicio, Europa desconoce esa etapa reciente y sigue creyendo en las mentiras que crean las relaciones públicas del régimen cubano; mientras tanto, en la oposición a éste, “en Cuba no hay ningún líder” porque “se han encargado de destruir a todos los líderes, los han matado o los han obligado a marchar”.

2013: ruptura, Chequia y los costos que no se van

En 2013 deja la banda y se queda en la República Checa “por un tema de seguridad mía y de futuro”. Desde entonces, aclara, sigue pagando costos: “a mi madre no la dejan trabajar en lo suyo”; su padre emigró en 2021 a Las Vegas tras presiones. Incluso en la comunidad cubana en Praga, cuenta, muchos evitan tratarlo por haber sido vinculado con Porno para Ricardo.

Regreso al escenario: Praga, 2025

Tras 13 años, volvió a montar un escenario con la banda en Praga (en junio de 2025). “Se sintió muy bien… fue algo como una despedida.” En el concierto, hubo dos bajistas – William y Yimel García Góngora. El segundo mencionado, compañero de la banda más joven pero con historia “paralela”, subraya una regla de fuego: nadie quiere tocar con Porno para Ricardo; sólo lo hacen amigos ya disidentes con nociones de música. De ahí la mezcla estética (jazz, hardcore, estilo trovador, punk, son) y la constante política.

Epílogo kafkiano

Aunque lejos de la isla, su vínculo con Cuba es explícito. “No soy un emigrante económico ni un emigrante social, yo soy un emigrante político.” Extraña “el mar, la comida, los amigos, la familia”, aunque admite que “ya no queda nadie”; “están destruyendo la isla para que ellos se queden”. Y deja una puerta entreabierta: “si a mí me dan la opción de regresar a Cuba, regreso mañana mismo, pero mientras que haya libertad,” resalta.

Si tuviera que condensar los últimos años de cerco a la banda, elige un adjetivo: “kafkiano”. Habla de una vigilancia total sobre los miembros que permanecían en la isla, imposibilidad de tocar... Ese clima explica tanto su salida en 2013 como su decisión de no volver a fijar residencia en Cuba. Aún. Y explica, también, por qué su definición más fiel de Porno para Ricardo no es únicamente musical: en esa banda, primero se es activista; después, si queda espacio, se hace música.

 

----------ČESKÝ PŘÍBĚH PAMĚTNÍKA------------------

„Být součástí Porno para Ricardo bylo brutální.“ Tuto větu bez příkras vyslovuje William Retureta Rodríguez (Havana, 4. července 1993), hudebník a bývalý člen nejkontroverznější kapely nedávné kubánské undergroundové scény. Jeho příběh se týká rodiny, školy, disentu, uzavřených scén a exilu. 

Jako syn rodičů španělského původu vyrůstal v rodině, která nesdílela revoluční myšlenky Fidela Castra: „Moji rodiče nikdy nevěřili v revoluci,“ vzpomíná. Jeho dědeček z matčiny strany byl důstojníkem Ministerstva vnitra a „mezinárodním bojovníkem“ ve Vietnamu a Angole, kde onemocněl a zemřel. Jeho matka shrnuje situaci slovy, která William opakuje: „Revoluce mi vzala všechno, vzala mi celou rodinu a vzala mi otce.“

Od dětství William doma slýchával o plánu opustit Kubu. Otec mu opakoval, že začne chodit na střední školu v Miami; matka trvala na angličtině. „Narodil jsem se do světa, víte, kde ‚to nefunguje‘“. Tento kontrast – intimní skepticismus a veřejný konformismus – v něm vyvolal brzkou alergii na politické rituály.

Škola jako filtr: přeškrtl jsem Che Guevaru

Na střední škole (na počátku milénia) se William postavil proti kontrolním mechanismům. Vzpomíná na jednu příhodu: „přeškrtnul jsem obraz Che Guevary“. Kromě této situace se však proti režimu vyjadřoval od mládí velice strukturovaně – odmítal „dobrovolné“ účasti na průvodech a studentských akcích jako byla například „bitva idejí“. Cena za to přišla po skončení střední školy: zakázali mu studovat obory pod touto programovou záštitou (informatika, učitelství, medicína, přípravka na vysokou školu). „Zbyla mi administrativa, účetnictví a řemeslné dílny.“ Vybral si jinou cestu: studovat hudbu na vlastní pěst v Havaně. Zároveň ho „životopis“ – školní spis, který vás doprovází „až na univerzitu“ – označil jako „neintegrovaného“. Jeho společenskost již směřovala k nesouhlasu: „již jsem se stýkal s některými disidenty z čtvrti“.

Příchod do kulturní disidence

V 11 letech objevil díky učitelce spojenou s prostředím prvního bubeníka kapely Porno para Ricardo. Jeho otec je znal, ale vyhýbal se tomu, aby mu je ukázal, „protože už máme dost starostí s tebou“, vzpomíná William se smíchem na slova svého otce. William začal jako fanoušek; v 14 letech poznal Cira Díaze; poté Gorkiho Águilu, když se dočasně vrátil z Mexika. Do kapely vstoupil v 18 letech: „Gorki chtěl počkat, až mi bude 18.“ Nepamatuje si přesné datum – „nevím, jestli jsem začal v roce 2009 nebo 2010“ –, ale pamatuje si sled událostí: baskytarista odešel a on převzal basu.

V té době už měl první zkušenost s represivním aparátem: v 17 letech byl zatčen a měl několik kontaktů s politickou policií v době, kdy se režim snažil před mezinárodním tiskem vypadat tolerantně. Zúčastnil se pochodu s názvem „Nenásilí“ a když bezpečnostní složky předvolaly jeho otce do hotelu Habana Libre, aby mu navrhly, aby „pro ně pracoval“, William se směje, jak surrealistické mu to dodnes připadá. Situace se stala veřejnou díky blogu Claudie Cadelo a Yoani Sánchez. „Od té doby jsem začal být trochu veřejně známější,“ zdůrazňuje William.

„Nejprve aktivista, pak hudebník“

William vždy definuje Porno para Ricardo spíše z politického než hudebního hlediska. „V Porno para Ricardo musíte být nejprve politickým aktivistou a pak teprve hudebníkem.“ Kapela je podle něj „prakticky politickou organizací“ s aliancemi s blogery a občanskými hnutími („Estado de SATS“, Antonio Rodiles atd.). Není to přehánění: hrát s nimi znamenalo „vysloužit si jednosměrnou jízdenku do pekla“. Ve svém nejdrsnějším shrnutí říká: „Spojit se s Porno para Ricardo znamenalo spojit se s ďáblem“.

Tato cena se jasně projevila v prosinci 2012, kdy se nezávislá kulturní skupina Omni Zona Franca odvážila je pozvat: „Bylo to pro ně obrovský problém“. Došlo k zabavení vybavení a k velkému útlaku. Kapela se stala synonymem nákazy: „kdo se s ní spojil, už si neškrtnul“, shrnuje William.

Repertoár útlaku: od „nechat odejít“ k vyhnanství

William zařazuje své období opozice do období, kdy se režim vyhýbal masovému věznění. Místo dlouhého a otevřeného vězení převládal osobní a rodinný tlak, vyčerpání a vyhoštění „bez agrese“. Na něj vyvíjeli tlak prostřednictvím jeho rodičů: „vyhrožovali [mé matce] a posílali předvolání k soudním procesům“. V okolí docházelo k neúspěšným pokusům o mediální potrestání Gorkiho a případům jako Danilo „El Sexto“.

Ekonomický obrat v letech 2000–2010 – částečné otevření – vytvořil iluzi normalizace: „Dovolí vám otevřít si podnik, ale je to dvojsečná zbraň.“ Postupem času, říká, se potvrdila krize v oblasti potravin. Podle jeho názoru Evropa tuto nedávnou etapu nezná a nadále věří lžím, které vytváří public relations kubánského režimu; mezitím v opozici proti němu „na Kubě není žádný vůdce“, protože „se postarali o zničení všech z nich - zabili je nebo je donutili odejít“.

2013: rozchod, Česko a náklady, které nezmizí

V roce 2013 opouští kapelu a zůstává v České republice díky politickému azylu. Od té doby, jak vysvětluje, stále nese on i jeho okolí následky: jeho matce bylo naprosto znemožněno pracovat ve svém oboru (design), jeho otec v roce 2021 pod tlakem emigroval do Las Vegas. Dokonce i v kubánské komunitě v Praze, jak říká, se mu mnozí vyhýbají, protože byl spojen s kapelou Porno para Ricardo.

Návrat na pódium: Praha, 2025

Po 13 letech se s kapelou vrátil na pódium v Praze v červnu 2025. „Bylo to úžasné, bylo to jako rozloučení, které jsem neměl šanci prožít dřív.“ Na koncertě byli dva basisté – William a Yimel García Góngora. Druhý jmenovaný, nejmladší člen kapely, ale s „paralelní“ historií k té Williamově, zdůrazňuje existenci nepsaného pravidla: nikdo nechce hrát s Porno para Ricardo; dělají to jen přátelé a disidenti se smyslem pro hudbu. Odtud pramení estetická směsice (jazz, hardcore, trubadúrský styl, punk, son) a neustálá politika.

Kafkovský epilog

Ačkoli je daleko od ostrova, jeho vazba na Kubu je zřejmá: „Nejsem ekonomický ani sociální emigrant, jsem politický emigrant.“ Chybí mu moře, jídlo, přátelé, rodina, i když přiznává, že „už tam nikdo nezůstal“. A nechává pootevřené dveře: „Kdyby mi dali možnost vrátit se na Kubu, vrátil bych se hned zítra, ale jen pokud tam bude svoboda,“ zdůrazňuje.

Kdyby měl shrnout poslední roky kolem kapely Porno para Ricardo, zvolil by jedno adjektivum: „kafkovský“. Mluví o totálním sledování jejích členů, kteří donedávna ještě zůstali na ostrově (pozn. redakce: k říjnu 2025 již nikdo z PPR na Kubě nežil, všichni byli donuceni k emigraci), o nemožnosti hrát... Tato atmosféra vysvětluje jak jeho odchod v roce 2013, tak jeho rozhodnutí nevrátit se na Kubu. Zatím. A vysvětluje také, proč jeho nejvěrnější definice Porno para Ricardo není pouze hudební: v této kapele je člověk nejprve aktivista, teprve pak hudebník.