Následující text není historickou studií. Jedná se o převyprávění pamětníkových životních osudů na základě jeho vzpomínek zaznamenaných v rozhovoru. Vyprávění zpracovali externí spolupracovníci Paměti národa. V některých případech jsou při zpracování medailonu využity materiály zpřístupněné Archivem bezpečnostních složek (ABS), Státními okresními archivy (SOA), Národním archivem (NA), či jinými institucemi. Užíváme je pouze jako doplněk pamětníkova svědectví. Citované strany svazků jsou uloženy v sekci Dodatečné materiály.
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• Infancia y Juventud bajo el Régimen: La entrevistada describe una niñez dividida entre la vida familiar y las presiones del sistema. Destaca cómo el acoso de la Seguridad del Estado a su padre, también periodista, y su propia experiencia en el sistema educativo y como joven en Cuba, moldearon su percepción crítica del régimen. • Represión Directa y Persecución: Al comenzar a trabajar como periodista para el medio independiente 14ymedio, se convirtió en un objetivo directo de la Seguridad del Estado. Detalla las tácticas de represión utilizadas, incluyendo interrogatorios, prohibición de salida del país, vigilancia constante y amenazas directas a su familia, especialmente a sus hijas, lo que finalmente la obligó a exiliarse. • El Proceso de Migración y Exilio: La entrevistada relata que, aunque inicialmente el exilio fue un alivio de la persecución constante, con el tiempo se ha convertido en un proceso doloroso. Explica cómo la distancia física y el paso del tiempo han intensificado la nostalgia y la dificultad de estar lejos de su familia y de su país, confirmando su percepción de que la migración es un proceso largo y complejo. • Visión sobre el Presente y Futuro de Cuba: Describe la situación actual en Cuba como caótica, marcada por la miseria, la represión y la desesperanza, especialmente después de las protestas del 11 de julio. Considera que el futuro es incierto y oscuro, con pocas esperanzas de un cambio democrático genuino, y anticipa una posible transición económica controlada por las mismas élites del poder actual. • La entrevista ofrece un testimonio personal y profundo sobre el coste humano de la disidencia y el periodismo independiente en Cuba. La experiencia de la entrevistada subraya la naturaleza sistemática y personal de la represión del régimen, que no duda en atacar a las familias para silenciar las voces críticas. A su vez, pone de manifiesto que el exilio, aunque es una vía de escape, conlleva un profundo dolor emocional y un proceso de adaptación complejo. Su mensaje final a los jóvenes cubanos es un llamado a la unidad y la creación de sinergias, ya que considera que la fuerza colectiva es la herramienta más poderosa para enfrentar la opresión.
Transcripción entrevista Luz Escobar
[ENTREVISTADOR]: Hola. ¿Nos puedes compartir cuál es tu fecha de nacimiento y dónde naciste?
[ENTREVISTADO]: Yo nací en 1977 en La Habana, específicamente en Guanabo, en Peñas Altas.
[ENTREVISTADOR]: ¿Cómo recuerdas tu infancia y juventud en Cuba?
[ENTREVISTADO]: Bueno, mi infancia estuvo marcada por dos cosas. En primer lugar, por mis bisabuelos, porque los primeros 8 años de mi vida los viví con mis bisabuelos, porque mi madre fue criada por ellos y mi mamá parió muy joven, con 17 años. Entonces, cuando nació mi mamá, eh, cuando nací yo, eh, mi mamá era muy joven, tenía 18 añitos y mis bisabuelos se ocuparon de mí en lo que mi mamá terminaba de estudiar y comenzaba su su carrera como profesional. Ella, ella es fotógrafa. Entonces, mi niñez estuvo en un primer momento marcado por eso. Yo vivía en Guanabo y Guanabo era un lugar para mí bastante aburrido, ¿no? Solamente tenía la playa como divertimento y la playa era los fines de semana, tampoco era era tan divertido, ¿no? Eh, yo como tenía familia en Camagüey, porque mi padre era de Camagüey, pasaba todos mis veranos y las vacaciones de mitad de semestre, lo que se conoce como semana de receso escolar, en Camagüey. Mi papá me mandaba para allá julio y agosto y la semana de receso y eso era una experiencia bonita porque, bueno, era compartir con esa parte de la familia que normalmente no podía compartir porque vivía con con mis bisabuelos. Y la otra parte eh, que me marcó fue el mudarme de Guanabo para Nuevo Vedado, porque justamente para mí Guanabo era muy aburrido, entonces mudarme para La Habana significó poder ir a más eh, conciertos, a ir más al cine, ir a los teatros, ir a a los eh, espectáculos de ballet. A mí me gustaba mucho el ballet, cuando yo era pequeñita quería ser bailarina y, de hecho, una de las motivaciones para que mi papá entrara a la microbrigada, que fue lo que finalmente le dio la casa en Nuevo Vedado, fue que él quería que yo estudiara ballet y, bueno, la escuela de ballet estaba en La Habana, no en Guanabo. Eh, entonces, esas dos cosas marcaron eh, bastante mi niñez, porque si yo hubiera crecido directamente en cualquier barrio de La Habana desde chiquita, yo no hubiera valorado eso, ¿no? Y y para mí eh, fue como entender que la capital, en Cuba, en general, es un país que está marcado por eso, ¿no? Mucha gente que nace en provincia, al final, va a vivir a la capital y la capital es un pedacito también reducido, ¿no? Que ni siquiera es eh, una ciudad como otras que sí eh, han logrado una prosperidad en todos sus pedazos, ¿no? Es un pedacito de ciudad y, bueno, hasta que yo no me mudé allí, eh, no entendí bien eh, lo privilegiada que que era por por estar ahí, ¿no? Eh, más allá de eso, cuando empecé a a crecer un poquito y a entrar ya en lo que se trata más o menos de los 15 años, ¿no?, a salir de la niñez y a empezar en la en la adolescencia, ahí ya yo empecé a a tener varios conflictos con lo que me rodeaba, ¿no? Porque mi padre, eh, era periodista de del periódico Juventud Rebelde y empieza a sufrir por los artículos que él escribía ahí una cosa bastante directa a la Seguridad del Estado, iban a mi casa, a amenazarlo y él me escondía siempre esa verdad, ¿no? Y me decía que eran amigos de él, que venían de Camagüey, pero era fácil de identificar. Los amigos de mi papá eran hippies todos, movían así de Rodríguez, Pablo, a los Beatles, tenían sayas largas, se vestían de una manera, tenían el pelo largo y estas personas llegaban a mi casa con guayabera, plumas en el bolsillo, eran como muy distintos, no tenían nada que ver y mi papá entonces me decía, „No, es que son amigos de Camagüey, por eso son distintos.“ Pero bueno, cuando yo empecé a crecer, yo me di cuenta de que todas esas personas que iban a mi casa extrañas eran exactamente de la Seguridad del Estado y eso marcó un poco eh, mi adolescencia, porque no es normal que un joven eh, tenga que pasar por esto, ¿no? Normalmente la gente empieza a pasar por eso cuando eh, empieza a ser eh, por culpa de los actos que él realiza y no por los actos de terceras personas.
[ENTREVISTADOR]: Vale, en en ese sentido, eh, ya has hablado, eh, ya has hablado bastante de de cómo fue ese comienzo, pero ¿cómo eh, cómo era tu cómo era tu vida, cómo tú experimentabas la realidad en Cuba hasta antes de tomar la decisión de irte a vivir definitivamente a otro país?
[ENTREVISTADO]: Antes de empezar a lidiar con lo que tiene que ver con la represión que yo sufrí y mi familia, que fue lo que me llevó a a salir de Cuba, yo había vivido otros eh, traumas, vamos a decirlo así. Por ejemplo, estar 3 años en una beca para mí fue traumático. Yo no quería estudiar en una beca, yo quería hacer el pre en la calle, pero a mí me tocó ir a estudiar a a una beca en el campo, lo que significa que significaba que estaba alejada de mi familia durante 11 días y después regresaba 3 días. Entonces, eh, eso te va generando rabia, ¿no? Rabia contra las personas que dirigen tu país, rabia porque aparte se se notaba y yo lo notaba, había personas que no lo notaban, pero yo tenía clarísimo que eso lo hizo Fidel Castro para alejar a los jóvenes de su entorno natural, para que no estuvieran conectados entre ellos, para que no estuvieran en la calle, porque eran momentos bastante complejos, estaba el periodo especial. Después de eso, yo intenté tener una formación profesional, intenté eh, la universidad, intenté también terminar una carrera eh, por dirigido, pero nada de eso era eh, suficiente eh, dentro de mis expectativas con lo que tiene que ver con el crecimiento, ¿no? En todos los lugares eh, al final lo que podía percibir era un objetivo de los profesores, del sistema educativo, de adoctrinarte, de entender que que tú eres una ficha, ¿no?, para ellos. Entonces, al final hice mi educación eh, en paralelo, en talleres, en cosas que tienen que ver con estudios circunstanciales y puntuales de cosas que a mí me interesaban, estudié francés también en la Alianza Francesa y por ahí fui perfilando un eh, perfil profesional, ¿no? Trabajé en un grupo de teatro hasta que nace 14 y medio, ¿no? En en ese momento en el que Yoani decide fundar el diario digital 14 y medio, que ya yo tenía un blog, que había en Twitter también eh, ayudado a denunciar todas las violaciones de los derechos humanos que ocurrían en ese momento en Cuba, eh, ella me llama para para este proyecto, ¿no? Y es ahí donde yo empiezo a recibir yo, como Luzbel Escobar, la represión de la Seguridad del Estado, porque hasta el momento que yo empiezo a trabajar en 14 y medio lo había vivido sencillamente por mi padre, ¿no? Y por los amigos de mi padre que también habían sido víctimas de esto. Y eso se describe en pocas palabras, pero los hechos eran que por hacer periodismo eh, te convertías en un objetivo de la Seguridad del Estado, por el simple hecho de intentar narrar lo que estaba pasando en Cuba. El objetivo de Fidel Castro y de la narrativa del régimen siempre ha sido ocultar la verdad. Eh, en un momento lo lograron porque tenían el monopolio de toda la información que circulaba en Cuba, pero 14 y medio nace en 2014 donde ya había algunos puntos wifi, se podía conectar en hoteles, empezaba el correo nauta que se podía revisar en los teléfonos a través de de los datos y entonces era era otro el contexto, ¿no? Entonces, ahí en ese punto en el que yo empiezo a ser el eh, el periodismo, ¿no? O sea, a ser eh, un periódico con varios colegas dentro de Cuba que se arriesgaron a eso, es donde la Seguridad del Estado empieza a implementar Entonces, en en ese momento el eh, yo me di cuenta que la la estructura de la Seguridad del Estado iba para que yo dejara de hacer periodismo, estaba diseñada para eso y se concentró en un primer momento en interrogatorios.
[ENTREVISTADOR]: ¿Y cómo describirías tu tu vida hasta antes de tomar la decisión de irte a vivir fuera de Cuba?
[ENTREVISTADO]: Bueno, entonces, en esa estructura represiva que la Seguridad del Estado diseñó para que yo dejara de hacer periodismo en 14 y medio, que era lo que les molestaba precisamente a ellos, se implicaron varias estrategias, ¿no? Una de ellas eran los interrogatorios. En los interrogatorios, al principio, la la táctica era hacerme sentir como que yo era diferente a ellos, que yo sí tenía un valor, incluso me dijeron, „No, nosotros podemos darte trabajo eh, en Cubadebate, por ejemplo, y darte una cámara, porque yo sé que a ti te gusta la fotografía“. Eso me decía a mí la gente de la Seguridad del Estado, como queriendo comprar eh, algún tipo de interés mío, ¿no? Y halarme hacia su lado. Después de eso empezaron a tratar a hablarme mal de las personas con las que yo trabajaba, que eran mi familia, ¿no? Se trataba de mi padre, Reinaldo Escobar, y su esposa, Yoani Sánchez, por lo cual ninguno eh, de esos mecanismos tuvo un un efecto eh, directo en mí, ¿no? Sí lo tuvo en algunas personas del equipo que, desgraciadamente, eh, no conocían a mi padre de toda la vida ni a Yoani y eso tiene un efecto negativo más allá del miedo. La gente muchas veces se deja influenciar en estos interrogatorios eh, por lo que la Seguridad del Estado habla. Y en una tercera etapa, eh, ya ellos me dijeron que yo era clasificada una eh, disidente como otra cualquiera, en la que ya la Seguridad del Estado iba a pasar a otros eh, procesos, a otras tácticas. ¿Qué incluían esas tácticas? Bueno, ya esas tácticas incluyeron una regulación de salida del país en la que yo desde 2019 no podía salir de Cuba. Esas tácticas incluyeron cerco policial en mi casa más allá de los cercos habituales que yo tuve desde el principio en 14 y medio, que eran en fechas puntuales como el 10 de diciembre o un primero de mayo conflictivo o un día que había una convocatoria para un parque o para una protesta. Eh, empezaron a a llegar a los bajos de mi edificio y a pedirme salir eh, prácticamente cualquier día, ¿no? Eh, esto, por supuesto, se intensificó después de que yo trascendiera un poco mi mi labor de periodista, ¿no? Justamente cuando en 2018 empezó toda la batalla contra el 349, una batalla que empezaron los artistas, pero a la que se sumaron activistas y periodistas y, sobre todo, después cuando eh, la Seguridad del Estado mete eh, un operativo violento en la sede del Movimiento San Isidro, donde había un grupo de activistas y artistas ahí en un acuartelamiento que también significó una huelga de hambre e incluso hambre y sed en algunos de los activistas, ellos metieron un operativo bastante violento que movilizó la sensibilidad de muchísimos cubanos que estábamos dentro de la isla y fuera también en ese momento y toda esa ola que generó eso también me empujó a mí un poco más eh, del periodismo hacia el activismo. Yo comencé también a ir a encuentros de personas que estaban proyectando eh, una red para articularse y luchar contra la represión, para luchar a favor de que se respete la libertad de expresión, la libertad de prensa, eh, la libertad de manifestación en Cuba y eso trajo como consecuencia también que ellos empezaran a correr esos límites de la represión, implicando a mi familia, a mi esposo, a mis hijas, iban a la escuela de mis hijas, eh, me empezaron a citar en en la oficina de menores para amenazarme directamente con mis hijas. O sea, ese era el cuadro eh, básicamente, más allá de todo lo que implica ser un periodista independiente en Cuba, que te conviertes en una persona radioactiva prácticamente donde eh, pocas personas eh, quieren acercarse a ti porque saben lo lo que puede significar eso para sus vidas.
[ENTREVISTADOR]: ¿Cómo, cómo afectó de manera puntual tu vida cotidiana, doméstica, familiar el el hecho de de ser un objetivo de la policía política?
[ENTREVISTADO]: En un primer momento, yo pensaba que no me estaba afectando, ¿no? De hecho, en mi familia cuando yo era chiquita, un tío mío, hermano de mi madre, eh, se fue con 15 años en un bote a intentar llegar a Estados Unidos y lo cogieron preso, lo acusaron de salida ilegal y cumplió 6 años de prisión. Eso en Cuba en ese momento era considerado una causa política y bueno, cuando él salió de de prisión, viajó directamente a a Estados Unidos y a mí eso siempre me me marcó porque mi familia todo el tiempo estuvo tratando de ocultarme eso, diciendo que mi tío estaba en una beca, pero los niños escuchamos las conversaciones de los mayores y yo me daba cuenta de que mi tío estaba preso y estaba preso por una causa política. Todo eso va eh, va poniendo dentro de dentro de tu piel eh, un odio, ¿no?, una rabia hacia el régimen que que orquesta esto, ¿no? Y entonces eh, y entonces esto eh, te va generando también mecanismos de de defensa. A mí me gusta pensar que el hecho de haber vivido eh, de cerca, ¿no?, lo que es la Seguridad del Estado, por mi padre, por lo que pasó con con mi tío, que eso me sirvió como de escudo, ¿no?, a la hora de enfrentarlo conmigo, tener algunas algunas herramientas. Pero afectó, por supuesto, afectó en el sentido de que muchas de las personas que en un momento formaron parte de mi vida eh, de la juventud, cuando yo empecé a ser eh, más notable como periodista y a empezar a dar la cara, como se dice, en todo lo que tiene que ver con el rechazo a la posición represiva del régimen, esas personas dejaron de hablarme, esas personas dejaron de escribirme, esas personas ya no compartían eh, nada de lo que yo ponía, por ejemplo, en redes sociales, eh, si si te ven por la calle no te saludan y si pueden hablar mal de ti, incluso algunos lo han hecho al cabo del tiempo porque se ganan puntos, ¿no? El sistema represivo también opera de esas maneras eh, burdas en las que no solamente pones a personas en tu contra, sino personas que estaban contigo cerca en algún momento pueden ser captadas por la Seguridad del Estado para que difamen de ti, ¿no? Eh, en la vida privada también afectó bastante porque la Seguridad del Estado expuso mi vida privada en las redes sociales, en sus páginas, en la televisión, o sea, ellos se dedicaron también a desacreditar el trabajo que que hacíamos, pero fueron a lo personal también, ¿no?, a exhibir parte de mi vida privada como si eso fuera un delito y yo ya había visto eso, yo había visto cómo se lo habían hecho a a Osvaldo Payá cuando publicó una foto de él en en la playa con su familia, algo tan natural en los cubanos, lo había visto cuando exhibieron el refrigerador de Marta Beatriz Roque en televisión, o sea, era algo que yo ya había visto que le hacían a otros, pero que empezaron a hacérmelo a mí y eso afecta porque eh, justamente la vida privada es eso, es tu vida privada y una de las herramientas que tiene la Seguridad del Estado justamente es eso, ¿no?, tratar de exponerlas para ver qué te afecta. Obviamente eso no era una debilidad para mí, yo no no frené ningún tipo de trabajo por eso, pero ellos sí identificaron al cabo del tiempo cuál era mi punto débil y mi punto débil eran mis hijas y cuando ellos empezaron a atacar y a afectarme en ese sentido, eh, fue que que ya llegó la decisión de de emigrar, ¿no?
[ENTREVISTADOR]: ¿Cómo ha sido la la experiencia de de emigrar, de vivir en un país diferente al país en que naciste?
[ENTREVISTADO]: Bueno, si si esa pregunta me la hubieras hecho hace un año, te hubiera dicho que ha sido un alivio, que ha sido bueno, que ha sido lo mejor que me ha pasado en los últimos años, pero han pasado casi 3 años ya, yo llevo 2 años y medio en España y he pasado por varios procesos y justamente la gente que ha emigrado antes que yo me ha dicho, „No, migrar es un proceso de 5 años, hasta que no pasen 5 años, tú no has migrado totalmente.“ Y yo creo que se refieren a eso, a que en la medida en que pasa el tiempo uno va haciendo conciencia de las cosas que que ha dejado atrás y de cómo te afecta. El primer año yo lo viví con mucha euforia, yo estaba aquí contenta, feliz, eh, aliviada de dejar de vivir en persecución, ¿no? Y muy preocupada por mi familia, muy preocupada por los amigos que están en prisión, que están en Cuba haciendo activismo, pero en lo personal, había dejado de recibir alcohol en las heridas, o sea, ya yo estaba como recuperándome, ¿no? ¿Qué pasa? Después de un año todo eso se sedimenta y empiezan a salir los dolores, las nostalgias, lo que tú anhelas de de tu país, porque al final, por lo menos en mi caso, nunca tuve la intención de vivir fuera de Cuba. Eh, para mí el proyecto mío profesional estaba en Cuba, el proyecto familiar también estaba en Cuba y por eso el hecho de haber salido fue como una ruptura, ¿no?, algo que me me sacó de mi línea de de diseño, lo que yo tenía proyectado eh, desde siempre, ¿no?, cuando traté de organizar mi vida de manera natural. Y al cabo de 2 años eso es muy distinto, al cabo de 2 años ya eh, yo extraño a mi padre, yo yo nunca había estado tanto tiempo separada de mi papá, eh, veo fotos de La Habana, que es la ciudad en la que yo viví, no me pasa con otras provincias, cuando veo fotos de Las Tunas, de Camagüey, de Pinar del Río no me pasa, pero cuando veo fotos de La Habana, me echo a llorar, sencillamente es como algo se activa. Entonces, eso te da la medida de que empiezan a cambiar las cosas. Entonces, yo podré hablar en definitiva de esto cuando pase un poco más de tiempo, pero sí puedo ir haciendo algunas conclusiones, ¿no? Y sobre todo esas que acabo de decir, que que es un proceso largo, que al menos en mi caso, en un primer momento fue feliz y de alivio, pero ahora está siendo muy tortuoso comunicarse con Cuba, está siendo muy tortuoso eh, recibir todo lo que tiene que ver con ese país que dejamos atrás.
[ENTREVISTADOR]: Como, precisamente hablando de Cuba, ¿cómo evalúas su presente y qué nos pudieras decir sobre el futuro de ese país?
[ENTREVISTADO]: Evaluar ahora mismo el presente de Cuba es eh, caótico, ¿no? Porque han cambiado mucho las cosas. Cuando yo me fui de Cuba, era una realidad y han pasado 2 años y medio y ahora mismo es otra realidad completamente distinta, ¿no? O sea, está marcada eh, esa realidad por por los apagones, por el hambre, eh, por la falta de medicinas, por la desesperación, porque la gente no puede sacar dinero de un cajero automático, porque las tiendas no venden los productos que se necesitan en la moneda que la gente gana, porque el internet cada día está más lento, porque la persona que protesta va preso, porque todo el mundo se está yendo, porque los jóvenes no están en Cuba prácticamente, eh, la población está envejeciendo, está marcada por eso, ¿no?, la realidad de Cuba. Evaluar eso es difícil porque es una historia que ha venido eh, loma abajo desde que yo estoy pendiente de de lo que de lo que pasa en Cuba, pero en 2019, después que Díaz-Canel habla de la dichosa coyuntura, yo creo que hay como un picado, ¿no? O sea, de pronto esa loma que iba así, de pronto empezó así, ¿no? Yo creo que ahí influyeron varios factores, el hecho de que Venezuela ya no significó un alivio en la en la economía, en los gastos del del régimen y también la llegada de internet y también la la pandemia, ¿no? Ahí se mezclaron muchos factores. Entonces, eso fue como un colapso, ¿no?, una mezcla perfecta, ¿no?, de cosas. Y ahora mismo estamos en un punto en que no hay mucha salida. Después del 11 de julio, que fue la protesta más grande que ha ocurrido en Cuba contra el régimen, contra un poder, la la constante ha sido la miseria, el hambre, la represión, la miseria, el hambre, la represión, pero que cada día se pone se pone peor. Entonces, eh, evaluar eso es complejo porque yo llevo 2 años y medio aquí, estoy muy pendiente de lo que pasa, pero es que es a una velocidad que a veces no podemos ni siquiera ni siquiera medir, ¿no? Lo cierto es que el país está sumergido en un caos, en una incertidumbre, ya no hay una visión clara como como la hubo en un momento de los años 2019, 2020 de que podíamos hacer algo, la visión es más bien catastrófica y y por eso le da tanta oscuridad al panorama del presente, ¿no? El futuro, bueno, el futuro está muy marcado por este presente que no da muchas muchas luces de de qué va a ocurrir. Las personas que se dedican a analizar el el panorama apuntan a que si Fidel Castro dejó todo tan organizado a la hora de de dejar el poder en en fe, un poquito a poco, Raúl Castro no ha hecho lo mismo, ¿no? No ha estado tampoco muy pendiente de la manera en la que él va a dejar el poder, pero sí se ha encargado de posicionar a sus familiares y a sus cercanos económicamente. Entonces, a mí eso me da una pista de que quizás el cambio en Cuba va a ser parecido a lo que pasó en muchos de los países de Europa del Este, ¿no?, de que justamente, bueno, lo que ocurra es que la persona que está hoy en el partido, mañana se quite la camisa de de comunista y se ponga la camisa de empresario y empiecen a fluir estos eh, empresarios eh, enganchados al régimen con ventaja, porque cuando si por suerte, ¿no?, ocurre, que ojalá, pero no no lo veo muy claro, que algunas de estas medidas que la gente está pidiendo desde hace muchos años, eh, promuevan que haya libertad económica, por ejemplo, en Cuba, eh, las personas que están enganchadas con el régimen van a tener ventaja, no solamente económica, sino de contacto. Esto, por supuesto, no no es algo que nadie quiere, pero es la realidad, ¿no? Lo cierto es que muchas personas anhelan que en ese futuro haya por lo menos esa libertad, de aunque ellos corran con ventaja, las personas que lleguen con ganas de hacer cosas puedan hacerlo y competir en un estado de por lo menos mínima eh, igualdad, ¿no? Y y bueno, y si eso llega, también se luchará por un estado de derecho en que si esas personas están, por ejemplo, practicando la corrupción, puedan ir presos, ¿no? Lo cierto es que el futuro de Cuba ahora mismo está colgando, como lo estuvo colgando durante muchísimos años, de la salud de un ser humano, en este caso de apellido Castro también y y no es muy esperanzador, sobre todo porque ahora mismo que están los estudiantes de de muchas facultades protestando directamente contra un mandato del régimen, porque sabemos que Texa lo manda el Partido Comunista y eso es el régimen, eh, lo que han hecho es justamente lo mismo que hacían contra los opositores, reprimir, o sea, ellos ni siquiera dentro de las filas del estudiantado eh, quieren y aceptan una crítica sobre sus medidas que son abusivas, porque hay que decir que estas medidas que tiene Texa ahora con los precios llegan justamente cuando el panorama es el peor. Entonces, los estudiantes lo dicen muy claro, no es el momento para hacer este tarifazo y están recibiendo represión por esto, ellos como estudiantes y todos los activistas que se han solidarizado con ellos. Entonces, eh, el panorama es bastante triste y gris, pero bueno, por suerte muchas personas todavía no se han cansado de de luchar por la democracia.
[ENTREVISTADOR]: ¿Qué mensaje le dejarías a a las futuras generaciones teniendo en cuenta tu propia experiencia?
[ENTREVISTADO]: Bueno, a las futuras generaciones ni sé, pero a la generación que está ahora en Cuba, yo lo que le diría es que que confíen mucho en la sinergia que ellos pueden generar, ¿no? Yo creo que una de las lecciones más buenas que yo saqué de todo el proceso que tuvo que ver con eh, el 27N, es que el poder fundamental que se puede tener en un régimen como el de Cuba es la sinergia que se genera con el diálogo, la conversación, el el intercambio, el encontrarse, ya sea virtual o o de manera presencial, ¿no? Esto es una fortaleza porque te identifica con la otra persona, o sea, el problema que tú estás viendo, que te afecta a ti, no es solamente tu problema, es el problema de Julio, es el problema de Solve, es el el problema de muchos, ¿no? Y entonces eso genera eh, esa fuerza y yo creo que ellos, los jóvenes, los que están ahora en Cuba, eh, deberían tener un poco de confianza en lo que ellos pueden generar, ¿no? Yo creo que esa esa comunión puede ser más fuerte que que cualquier otra cosa.
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